Las culturas precolombinas son aquellas culturas indígenas de América que se desarrollaron en la época histórica anterior a la influencia y dominio europeo. Aunque precolombino quiere decir antes de Colón, el término se aplica a aquellos pueblos que conservaron sus características autóctonas hasta que fueron conquistados y asimilados o influenciados por los europeos.
En América del Sur, se desarrolló el imperio Inca que se expandió en una organización estatal insuperable
Las civilizaciones americanas descubrieron e inventaron elementos culturales decisivos para la humanidad como el número cero, avanzados calendarios, complejos sistemas de mejoramiento genético como el que generó el maíz y la papa, sistemas de construcción antisísmicos, así como un dominio en el trabajo de la piedra, sistemas de gestión ambiental de amplias zonas geográficas, sistemas de riego, nuevos sistemas de escritura, nuevos sistemas políticos y sociales, una avanzada metalurgia y producción textil
CALENDARIO AZTECA
LEYENDAS PRECOLOMBINAS
La leyenda del maíz
Cuentan que antes de la llegada de
Quetzalcóatl, los aztecas sólo comían raíces y
animales que cazaban.No tenían maíz, pues este cereal tan alimenticio para ellos, estaba escondido detrás de las montañas.
Los antiguos dioses intentaron separar las montañas con su colosal fuerza pero no lo lograron.
Los aztecas fueron a plantearle
este problema a Quetzalcóatl.
-Yo se los traeré- les respondió
el dios.
Quetzalcóatl, el poderoso dios, no se esforzó en vano en separar las
montañas con su fuerza, sino que empleó su astucia.
Se transformó en una hormiga negra
y acompañado de una hormiga roja, marchó a las montañas.
El camino estuvo lleno de
dificultades, pero Quetzalcóatl las superó, pensando solamente en su pueblo y
sus necesidades de alimentación. Hizo grandes esfuerzos y no se dio por vencido
ante el cansancio y las dificultades.
Quetzalcóatl llegó hasta donde
estaba el maíz, y como estaba trasformado en hormiga, tomó un grano maduro
entre sus mandíbulas y emprendió el regreso. Al llegar entregó el prometido
grano de maíz a los hambrientos indígenas.
Los aztecas plantaron la semilla.
Obtuvieron así el maíz que desde entonces sembraron y cosecharon.
El preciado grano, aumentó sus
riquezas, y se volvieron más fuertes, construyeron ciudades, palacios,
templos...Y desde entonces vivieron felices.
Y a partir de ese momento, los
aztecas veneraron al generoso Quetzalcóatl, el dios amigo de los hombres, el
dios que les trajo el maíz.
Nota: El significado del nombre Quetzalcóatl es Serpiente Emplumada.
El
pájaro dziú
Leyenda Maya
Después de tomar esa decisión, Chaac le pidió a uno de sus sirvientes que llamara a todos los pájaros de El Mayab. El primero en llegar fue el dziú, un pájaro con plumas de colores y ojos cafés. Apenas se acomodaba en una rama cuando llegó a toda prisa el toh, un pájaro negro cuyo mayor atractivo era su larga cola llena de hermosas plumas. El toh se puso al frente, donde todos pudieran verlo.
Poco a poco se reunieron las demás aves, entonces Chaac les dijo:
—Las
mandé llamar porque necesito hacerles un encargo tan importante, que de él
depende la existencia de la vida. Muy pronto quemaré los campos y quiero que
ustedes salven las semillas de todas las plantas, ya que esa es la única manera
de sembrarlas de nuevo para que haya mejores cosechas en el futuro. Confío en
ustedes; váyanse pronto, porque el fuego está por comenzar.
En cuanto Chaac terminó de hablar el pájaro dziú pensó:
—Voy
a buscar la semilla del maíz; yo creo que es una de las más importantes para
que haya vida.
Y mientras, el pájaro toh se dijo:
—Tengo
que salvar la semilla del maíz, todos me van a tener envidia si la encuentro yo
primero.
Así, los dos pájaros iban a salir casi al mismo tiempo, pero el toh vio al dziú y quiso adelantarse; entonces se atravesó en su camino y lo empujó para irse él primero. Al dziú no le importó y se fue con calma, pero muy decidido a lograr su objetivo.
El toh voló tan rápido, que en poco tiempo ya les llevaba mucha ventaja a sus compañeros. Ya casi llegaba a los campos, pero se sintió muy cansado y se dijo:
—Voy
a descansar un rato. Al fin que ya voy a llegar y los demás todavía han de
venir lejos.
Entonces, el toh se acostó en una vereda. Según él sólo iba a descansar mas se durmió sin querer, así que ni cuenta se dio de que ya empezaba a anochecer y menos de que su cola había quedado atravesada en el camino. El toh ya estaba bien dormido, cuando muchas aves que no podían volar pasaron por allí y como el pájaro no se veía en la oscuridad, le pisaron la cola.
Al sentir los pisotones, el toh despertó, y cuál sería su sorpresa al ver que en su cola sólo quedaba una pluma. Ni idea tenía de lo que había pasado, pero pensó en ir por la semilla del maíz para que las aves vieran su valor y no se fijaran en su cola pelona.
Mientras tanto, los demás pájaros ya habían llegado a los cultivos. La mayoría tomó la semilla que le quedaba más cerca, porque el incendio era muy intenso. Ya casi las habían salvado todas, sólo faltaba la del maíz. El dziú volaba desesperado en busca de los maizales, pero había tanto humo que no lograba verlos. En eso, llegó el toh, mas cuando vio las enormes llamas, se olvidó del maíz y decidió tomar una semilla que no ofreciera tanto peligro. Entonces, voló hasta la planta del tomate verde, donde el fuego aún no era muy intenso y salvó las semillas.
En cambio, al dziú no le importó que el fuego le quemara las alas; por fin halló los maizales, y con gran valentía, fue hasta ellos y tomó en su pico unos granos de maíz.
El toh no pudo menos que admirar la valentía del dziú y se acercó a felicitarlo. Entonces, los dos pájaros se dieron cuenta que habían cambiado: los ojos del toh ya no eran negros, sino verdes como el tomate que salvó, y al dziú le quedaron las alas grises y los ojos rojos, pues se acercó demasiado al fuego.
Chaac y las aves supieron reconocer la hazaña del dziú, por lo que se reunieron para buscar la manera de premiarlo. Y fue precisamente el toh, avergonzado por su conducta, quien propuso que se le diera al dziú un derecho especial:
—Ya
que el dziú hizo algo por nosotros, ahora debemos hacer algo por él. Yo
propongo que a partir de hoy, pueda poner sus huevos en el nido de cualquier
pájaro y que prometamos cuidarlos como si fueran nuestros.
Las aves aceptaron y desde entonces, el dziú no se preocupa de hacer su hogar ni de cuidar a sus crías. Sólo grita su nombre cuando elige un nido y los pájaros miran si acaso fue el suyo el escogido, dispuestos a cumplir su promesa.
Leyendas Mayas - Autor: S.E.P.México,
Versión escrita: Gloria Morales Veyra Ilustración: Isaac Hernández Diseño: Javier Caballero S.
largote
ResponderEliminarvestia
xd
Eliminarchevrere
Eliminarre xddd
Eliminarlargote
ResponderEliminarvestia
Largisimo y limdo
ResponderEliminarMuy buena pagina
ResponderEliminarNo hay ms😟😟😟
ResponderEliminareso no es una lellenda pero esta muy linda la lectura
ResponderEliminarleyenda*
Eliminarno la ley pero no era lo que estaba busando XD :v
ResponderEliminarapenas si vi parte de la primera, la busca pa una tarea de la skul xd :v
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias Por Tus Leyendas Pero Estan Muy Cursis
ResponderEliminardice leyendas pero solo veo una.....
ResponderEliminary ahora que escribo de tarea :/
x2 JAJJAJJA
Eliminarjaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarlo
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